Tal como éramos... el resto

Lo siento, Félix, pero después de ver tu entrada he sentido la irrefrenable necesidad de hacer lo mismo; además, me voy a permitir la licencia de meter en esta entrada a Tappy. ¿Por qué? Pues porque tengo un documento gráfico y porque me apetece, que es la principal causa.


Hay que decir que, al igual que creo que la foto de Félix es un montaje de Indrustial Light and Magic como mínimo (porque ese pedazo de tío de la foto no puede ser Félix..., me niego a creerlo en mi más profundo ego masculino herido), los documentos que aquí vais a ver a continuación son totalmente reales. Tan reales como la vida misma.

También tengo que avisar sobre la crudeza de las imágenes y pedir perdón si alguna sensibilidad queda herida tras esta entrada (en cuanto a Tappy y a mí, quedará herida la poca reputación que nos queda, pero qué más da...). Estas fotos son de los primeros días los en que conocí al ya antes mencionado:

Sí, lo sé, son muy fuertes. Tappy tiene la pinta de un elfo que se ha merendado a Gimli el enano y a dos o tres hobbits para el postre; lo mío es más bién como Gollum tras haber comprendido que lo suyo en el negocio de las joyas y las sortijas no iba a ningún "destino"... 

Por suerte el tiempo lo cura todo, o casi, y ahora tenemos mejor pinta. Como muestra, un botón... (bueno, mejor una foto).

 

 
Ahora, chicas, tras comparar, hasta nos veréis resultones, ¿verdad? 

En fin, los años, a veces, no son tan malos como nos creemos... Claro que en algún caso empeorar lo que había era prácticamente imposible.  

Y ésto es todo lo que tengo que decir sobre este tema..., por ahora.